Apuntes visuales de la Casa de Pilatos
Situado en el centro histórico de Sevilla, las sucesivas compras de casas y solares por los Enríquez de Ribera, entre los siglos XV y XVI, permitieron ir agregando salones, patios y jardines hasta convertirlo en el conjunto residencial privado más suntuoso de la ciudad y, cada uno de sus espacios, en el marco ideal en el que desarrollar los nuevos modos de vida y sociabilidad de sus élites, abiertas al mundo y con inquietudes culturales cada vez más sofisticadas, en el marco de una ciudad enriquecida como metrópolis del mayor imperio ultramarino hasta entonces conocido.
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Salón del Pretorio
Este salón conserva todos sus elementos originales, yeserías, azulejerías e incluso la carpintería de taracea mudéjar de puertas y ventanas. Destaca el bello artesonado que, con una estructura de casetones, mucho más «moderna» que la del resto de techumbres del palacio, mantiene una ornamentación de origen islámico.
Sala Dorada
Del espacio público de la “Cámara Grande”, que es el Salón del Pretorio, se accede a una estancia que debió ser el núcleo más íntimo de la “casa de verano” del I marqués de Tarifa y que, en el siglo XVI, se denominaba ya Sala Dorada, por el artesonado de mocárabes que la cubre.
Jardín Chico
En este jardín, un estanque, cuyo surtidor está adornado por un joven Baco de bronce de Mariano Benlliure, recuerda el derecho que tenía este palacio de contar con «agua de pie», es decir, con una conexión directa con los Caños de Carmona, acueducto del que aún quedan restos en la calle Luis Montoto, muy cerca de esta Casa de Pilatos.
Capilla de la Flagelación
Considerada la estancia más antigua del palacio, constituye un singular ejemplo de la fusión de los lenguajes cristiano y musulmán en el mudéjar. Enteramente revestida de yeserías, está cubierta por dos bóvedas de terceletes cuyas nervaduras, adornadas con las armas de Enríquez y Sotomayor, descansan sobre ángeles que portan símbolos de la Pasión de Cristo.
Antecapilla o Salón de Descanso de los Jueces
Conocida como Salón Antecapilla, por su función, o, por evocación del Sanedrín del Evangelio, como Salón de Descanso de los Jueces, cuando las estancias del palacio comienzan a bautizarse con nombres relativos a la Pasión de Cristo, por asimilación de este palacio al de Poncio Pilato en Jerusalén.
Gabinete de Pilatos
Situada en la planta baja del torreón medieval, esta estancia se corresponde con una de las dos «quadras» del esquema tradicional de «palacio», o sea, una sala alargada con una cámara cuadrada en cada extremo y hereda algunas de las características del salón principal de ceremonias (aula regia o qubba) de la arquitectura civil hispano-musulmana.
Jardín Grande
Huerta del palacio mudéjar, este espacio experimentó una profunda transformación tras la llegada a Sevilla del arquitecto napolitano Benvenuto Tortello, encargado por el I duque de Alcalá de reformar su palacio para exponer, «a la manera moderna» la colección escultórica que había reunido en el virreinato de Nápoles.
Escalera Principal
Es la primera y más monumental escalera de la ciudad y evoca la fase más antigua de desarrollo de la «doble casa», presente durante siglos en la arquitectura doméstica sevillana, o sea, la repetición en ambas plantas de idéntica distribución, la alta para el invierno y la baja para el verano.
Colección escultórica
La colección escultórica que se exhibe en la Casa de Pilatos fue formada en Nápoles por su virrey, I duque de Alcalá. Fue enviada a sevilla hacia 1566 con el propósito de exponerla en su palacio sevillano integrándola con su arquitectura y jardín, por lo que es la única colección renacentista que se conserva en el marco arquitectónico concebido para ella.
La coleccción de azulejos
Los muro del patio y las estancias que le rodean están revestidos de un tipo de azulejos conocido como de «cuenca» o «arista» por la técnica con que se fabricaban. Con más de 150 diseños diferentes, la Casa de Pilatos reune la mayor y más variada colección de azulejos realizados con esta téncica aparecida en Sevilla a principios del siglo XVI.