El pazo de Oca todavía conserva el doble caracter de jardin de recreo y de huerta productiva con que nació para servir al ideal dieciochesco de perfecta armonía entre utilidad y belleza. Es por ello que en su conservación la Fundación Casa Ducal de Medinaceli pone especial énfasis en cuidar que, junto con ejemplares de gran valor botánico o con plantaciones ornamentales como pueda ser una colección de camelias, convivan plantaciones comerciales como los kiwis, las viñas, colecciones históricas de manzanos o una huerta ornamental como la que aparece en las fotografías que ocupa tres grandes parterres, desde el estanque hasta la muralla, al hilo del Paseo de los Tilos, más de 7.000 m2 en total. En esta huerta, junto con el cuidado de las alineaciones y de la geometría, se siguen practicando además formas tradicionales de cultivo, fundadas sobre el abonado orgánico, la asociación y la rotación de cultivos.