Estatua formada por dos piezas de diferente origen. En primer lugar, un torso labrado en un sólo bloque de mármol, que ha perdido la cabeza original, y que sería el soporte de un retrato de una mujer romana in formam dearum, quizás un miembro de la familia imperial, entendiendo las amapolas y las espigas como referencia a Ceres y no como símbolo sepulcral. Por la forma de los pliegues del manto, cabría datar el torso hacia mediados del siglo II d.C. En segundo lugar, una cabeza que no es la de un retrato, sino la representación de una diosa en la tradición de la Venus de Cnido que, por el parentesco estilístico con los retratos de Vibia Sabina, esposa de Adriano, cabría fechar a finales del período Adrianeo o principios del Antonino.
Hasta 1854 estuvo situada en uno de los ángulos del patio de la Casa de Pilatos, tal como aparece en un grabado de Alexandre Laborde de principios del siglo XIX, siendo trasladada posteriormente a la galería de acceso al Jardín Grande y, en el siglo XX, a su nicho actual en la galería Oeste del mencionado jardín, conocida como Cenador. Su lugar en el patio de la Casa de Pilatos lo ocupa actualmente la estatua de Faustina Minor divinizada como Fortuna.