La cabeza, labrada en mármol blanco rosado sin vetas, es copia realizada a mediados del S. I d.C, durante el imperio de Tiberio o de Claudio, de un original pre-helenístico que puede datarse hacia el 300 a.C. El busto es de un mármol blanco puro, posiblemente renacentista (S. XVI). La cabeza presenta un aparatoso peinado de alto y elegante moño que, junto con la dulzura del rostro, permiten identificarla como una variación del tipo “Venus Capitolina”. El busto debió ser realizado, ex profeso para completar la cabeza, en el S. XVI, como indican los mechones, que caen cuidadosamente por los hombros continuando los antiguos que nacen en la cabeza, por lo que es muy probable que sea obra del escultor Giuliano Menichini a quien el I Duque de Alcalá encargó, tanto en Nápoles como en Sevilla, la restauración de su colección.