Ayer, 21 de octubre, en el primitivo Guardarropa de la Casa de Pilatos, usada como caballerizas en el siglo XIX, se celebró uno de los conciertos del ciclo Otoño Barroco, organizado por la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla, con el respaldo del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla.
En esta ocasión, el talentoso pianista malagueño Antonio Simón ofreció una interpretación magistral de la obra de Franz Liszt, abarcando desde las delicadas y juveniles Las campanas de Ginebra, hasta las inquietantes y sombrías Nubes grises.
Reconocido como uno de los teclistas más versátiles de su generación, Simón destaca por su dominio de múltiples instrumentos de teclado como el piano, fortepiano, clave y clavicordio. En este concierto, demostró una profunda conexión con el piano, dejando una impresión duradera en la audiencia.
La Casa de Pilatos, con su imponente atmósfera histórica, proporcionó el escenario ideal para un programa romántico que enalteció aún más la emotividad de la música del compositor Austrohúngaro.