Nacido en 1477, en una familia hidalga, su carrera constituye el más significativo ejemplo de ascensión meteórica en la administración castellana. Supo tejer una red de patronazgo, incomparable en términos de riqueza y poder, con la dimensión local del linaje en el que había nacido, concediéndole una proyección social, que desbordaba el ámbito local, trascendió el reinado del emperador y quiso perpetuar en su ciudad natal en una morada para la eternidad.
Hija de Juan Hurtado de Mendoza, adelantado de Galicia, y de María Sarmiento de Castro, nació hacia 1508 y con catorce años se casó con Francisco de los Cobos. A la muerte de su marido, en 1547, quedó como patrona única de la fundación Sacra Capilla del Salvador continuando la obra de la fábrica del templo y redactando sus primeras constituciones. Efímera condesa de Ribadavia, participó en la construcción de la colegiata de dicha villa.
Fernando Ortega Salido, más conocido por Deán ortega, por presidir el cabildo de la Catedral de Málaga, fue el primer capellán de la Sacra Capilla del Salvador y autor de su discurso iconográfico. Administrador y albacea testamentario de Francisco de los Cobos y Molina, la dimensión del personaje, perteneciente por línea materna al linaje Molina, se intuye por el palacio que se construyó en ángulo con El Salvador, hoy Parador Nacional de Turismo.
Escultor y arquitecto oriundo de Burgos, hijo del escultor Gil de Siloé. Huérfano de padre muy joven, hubo de formarse en el taller de Felipe Bigarny. Completó su formación con un viaje a Italia. Ejerció una extraordinaria influencia en el curso de la arquitectura y escultura del Renacimiento español. El cénit de su carrera lo alcanzó en la Catedral de Granada, precedente inmediato, tanto cronológica como arquitectónicamente, de la capilla del Salvador.
Arquitecto que se inició en el plateresco en el convento de Uclés (Cuenca) junto con Francisco de Luna, su suegro y presumible maestro. En el encuentro con Siloé, al adjudicarse la ejecución de su diseño para la capilla del Salvador, comenzó su asimilación del clasicismo que ya domina en el alzado de su sacristía. Esta obra le multiplicó los encargos en el reino de Jaén alcanzando el cénit de su carrera en 1553, con la maestría de obras de su Catedral.
Hijo del pintor Pedro Berruguete, es una de las “águilas del Renacimiento español”, expresión con la que Francisco de Holanda distinguió a los cuatro artistas fundamentales de este periodo. Completó su formación en Italia, contribuyendo con las nuevas formas allí asimiladas a la renovación manierista de la escultura española, y se distinguió por su expresividad dramática, sensibilidad miguelangelesca y desatención por las convenciones de la tradición.
Una de las personalidades más influyentes del Renacimiento distinguiéndose como rejero y broncista —arte en el que se dio a conocer ganando un concurso convocado por el Cardenal Tavera, para la construcción de la reja del altar Mayor de la Catedral Primada— pero, también como arquitecto y teórico de la arquitectura, en cuanto traductor de los cuatro primeros libros de Sebastiano Serlio.
Hijo del cantero Jamet Loxin, con quien aprendió el oficio, nació en Orleans y, con apenas 20 años, empezó su periplo por España trabajando en diferentes ciudades junto a los principales arquitectos y escultores del Renacimiento. Entre 1541 y 1544 esculpió el programa escultórico de la Capilla del Salvador. En la plenitud de su reputación artística sufrió una condena inquisitorial que truncó su carrera.
Francisco de los Cobos y María de Mendoza encomendaron el patronazgo de la institución que crearon para el mantenimiento del culto y de la fábrica de este templo, a su hijo, Diego de los Cobos, y, después de él, a quienes le sucedieran en el mayorazgo del marquesado de Camarasa, título del que hizo merced Carlos V a este hijo primogénito de su más estrecho colaborador, responsabilidad que hoy asume la Fundación Casa Ducal de Medinaceli.
Hijo del pintor Eduardo Vassallo, pertenece al grupo de escultores nacidos durante la Restauración que siguieron la tradición figurativa clásica. Dominó todas las técnicas de la escultura, que transmitió como docente. Dirigió, entre 1955 y 1969, —mientras ocupaba sucesivamente las cátedras de Modelado y Composición de las Escuelas de Bellas Artes de Sevilla y Madrid— la restauración del conjunto de retablos de la Capilla Mayor y restituyó el retablo de la Transfiguración.