Archivo Ducal de Medinaceli
El Archivo Ducal de Medinaceli es uno de los ejemplos más significativos de continuidad histórica en la conservación del patrimonio documental. Pronto se cumplirán mil años de la instrucción dada por el conde Ponç I de Ampurias para formar un depósito documental en su fortaleza de Quermançó con el fin de preservar y proteger sus documentos. Durante esta historia milenaria o más que milenaria, si se tiene en cuenta que sus fondos arrancan en la cataluña carolingia, el archivo se ha ido formando por la sucesiva agregación de Casas y Estados, proceso que puede seguirse en la sección titulada Agregación. La incorporación de nuevos archivos a una Casa no significaba la fusión entre ellos, sino que cada uno conservaba su estructura orgánica original. No obstante, la reestructuración administrativa que tiene lugar en el siglo XVIII generó, además de unos fondos administrativos organizados por unidades territoriales que trascendían los estados señoriales, cuatro grandes unidades archivísticas con una cierta homogeneidad interna: el Archivo de los Duques de Segorbe y Cardona; el de los Duques de Medinaceli; el de los Duques de Santisteban del Puerto y el de los Marqueses de Camarasa.