Fundación Casa Ducal de Medinaceli

Limpieza y consolidación de la colección escultórica I Duque de Alcalá







La limpieza y consolidación de las obras que integran la colección escultórica del I Duque de Alcalá es un programa a largo plazo que empieza a dar sus frutos pues de de un conjunto compuesto por casi un centenar de piezas se han intervenido ya más de cuarenta.

El estado de conservación del conjunto es bastante homogéneo pues todas son de similar material y han estado expuestas a los mismos factores externos. Las más expuestas a la lluvia presentan problemas de disgregación y fracturación del mármol especialmente grave en las superficies con cavidades donde el agua haya podido estancarse. En una misma obra puede haber zonas expuestas a los agentes atmosféricos y que por ello presentan descohesión y pérdida de profundidad de la talla y otras no expuestas con el relieve intacto. Los pernos metálicos no plúmbeos que tienen muchas de las obras han provocado manchas de óxido sobre todo de hierro o de cobre.

Los criterios de intervención se han debido subordinar a la necesidad de mantener la exposición de las esculturas en un ambiente abierto y por lo tanto con condiciones ambientales desfavorables para la conservación de las mismas. Como se explica en la ficha de descripción de esta colección escultórica, una de sus peculiaridades es que sigue conservando la integración primigenia entre arquitectura y escultura y esta característica singularísima es un valor, que entendemos hay que proteger en idéntico grado que la conservación individual de cada una de las piezas. Para poder mantener este criterio museístico, que impide el control de las condiciones ambientales de exposición de las obras, se han elegido todos aquellos materiales de naturaleza y composición semejante a la piedra y que por tanto tendrán una reacción ante los cambios ambientales similar a aquella. Además se ha buscado que sean lo más compatibles posible con las características propias de envejecimiento y deterioro de la piedra. Como refuerzo de la protección de la superficie del mármol, se ha empleado cera microcristalina blanca de origen animal que además tiene la virtud de mejorar el aspecto de la epidermis marmórea. Esta opción de conservación obligará además a realizar controles frecuentes para observar el comportamiento de las esculturas después de su restauración, así como la limpieza superficial periódica de las mismas para evitar la acumulación de nueva suciedad sobre ellas.

Imágenes de la intervención