Durante las obras de restauración que se están acometiendo en el Hospital de Tavera, en la fachada norte del edificio, se ha localizado un proyectil de 75 mm, espoleta Garrido, de septiembre de 1936.
A pesar de que el proyectil estaba en un espacio confinado en el sótano y, siguiendo con el protocolo de seguridad establecido para estos casos, se procedió a avisar a los cuerpos de seguridad del Estado quienes llevaron a cabo la evacuación del edificio.
Gracias a los trabajos de vigilancia arqueológica el proyectil pudo ser identificado y finalmente los especialistas lo retiraron para su posterior destrucción.